La noticia de que el presidente de los Estados Unidos ha autorizado a Ucrania a utilizar misiles de largo alcance contra Rusia nos ha dejado a muchos con una mezcla de angustia, incredulidad y un temor profundo. Siento que este es un paso más hacia un abismo de escalada bélica, un punto de no retorno en un conflicto que ya ha cobrado demasiadas vidas. Cada misil lanzado parece alejar más la posibilidad de alcanzar la paz y acerca el espectro de una guerra total, una guerra que podría extenderse más allá de las fronteras actuales y arrastrar al mundo hacia una crisis de consecuencias impredecibles.

Esta mañana, al regresar de mi paseo, miro como de costumbre en el buzón, aunque ya casi nunca encuentro cartas interesantes, porque casi todo viene en forma digital. Pero hoy encuentro en el interior de mi buzón un folleto amarillo, que no parece ser propaganda de compañías que quieren comprarme la casa o venderme algún electrodoméstico. Tampoco tiene pinta de ser información de la parroquia o de la junta de vecinos. En la portada veo en primer plano una mujer soldado con aspecto vigilante, llevando entre sus manos un fusil automático de aspecto moderno y modelo grande. A su derecha, rezagado tras un parapeto, veo otro soldado, al parecer un hombre, arrodillado, oteando el horizonte, dispuesto a repeler cualquier ataque.  A la izquierda, sentados en el suelo, un niño de unos ocho años, de aspecto africano y una niña de facciones nórdicas, escuchan con atención a una mujer joven que les está leyendo algo de un libro, que parece de cuentos. Detrás de este pequeño grupo se vislumbra un pequeño tobogán que nos hace pensar que la escena está ubicada en un lugar dispuesto para acoger a familias con niños, posiblemente un bunker subterráneo.  En un cielo nublado se distingue la silueta de un caza. Cada centímetro de esta portada está pensado para comunicar que, todos y cada uno de los habitantes de Suecia, no solo los ciudadanos suecos, serán protegidos por las fuerzas armadas con el esfuerzo de todas las funciones del estado, preparadas para, en caso de, según reza el título del folleto. “crisis o guerra”, asegurar el bienestar de todos.

Abriendo el folleto, encuentro la siguiente explicación dirigida a los habitantes de Suecia: “Vivimos en tiempos inquietantes. Hay guerras en nuestro entorno. El terrorismo, los ciberataques y la información engañosa se utilizan para dañarnos y manipularnos. Para resistir estas amenazas, necesitamos mantenernos unidos y asumir la responsabilidad por nuestro país. Si somos atacados, todos debemos contribuir a defender la independencia de Suecia y nuestra democracia.

Construimos nuestra resistencia cada día, juntos, con nuestros seres queridos, colegas, amigos y vecinos. En este folleto, aprenderás cómo prepararte y qué hacer si llega una crisis o la guerra. Eres parte de la preparación de Suecia.”

También puedo leer que este folleto se ha enviado simultáneamente a todos los hogares de Suecia, en total 5,8 millones. Según avanzo en la lectura el tono es cada vez más serio:

“La guerra: la amenaza más grave contra nuestra libertad

Cuando alguien pretende, por la fuerza, arrogarse el derecho de decidir sobre nosotros, amenaza nuestra capacidad de llevar una vida libre e independiente.Existen otras formas, además de la violencia militar, para influir y dañar a nuestro país, como ciberataques, campañas de desinformación, terrorismo y sabotaje. Estas amenazas pueden ocurrir en cualquier momento, y muchas ya están sucediendo aquí y ahora. No podemos dar por sentada nuestra libertad. Debemos tener la voluntad y el valor de defender nuestra sociedad abierta, incluso si ello implica sacrificios. Si Suecia es atacada, nunca nos rendiremos. Toda información que indique que la resistencia cesará es falsa.”

El folleto rezuma decisiones firmes de luchar por defender el territorio, la libertad y los valores de la democracia sueca y se deja constancia de que todos estamos involucrados en la defensa total. “La defensa civil somos todos los que vivimos en Suecia,” – leemos en el folleto – “junto con las autoridades, regiones, municipios, empresas y organizaciones no gubernamentales. Una de las tareas más importantes de la defensa civil es apoyar a la defensa militar. Otra tarea principal es proteger a la población civil y garantizar que las funciones básicas de la sociedad sigan funcionando en la mayor medida posible, incluso en tiempos de guerra. Esto incluye, por ejemplo, el suministro de electricidad, la atención sanitaria y el transporte.”

Es una información concreta y seria. El que la lee en su casa, junto a su familia, se apercibe de que aquí se está forjando una resistencia férrea, en caso de guerra. Si suena la alarma, va en serio. “Serás informado sobre un aumento en el nivel de alarma a través de la radio, la televisión y el teletexto. En caso de máxima alarma, también se puede utilizar una alarma de emergencia. La alarma de emergencia significa que hay guerra o un peligro inminente de guerra. Todo el sistema de defensa total debe movilizarse de inmediato, y la sociedad debe prepararse para la guerra. La máxima alarma se aplica en todo el país.»

El folleto nos hace saber que todos, tanto hombres como mujeres, desde los 16 hasta los 70 años de edad, estamos sujetos al deber obligatorio de defensa. Este deber se extiende a los ciudadanos y a los extranjeros que viven en el país. Todos por igual deberán: “En caso de alarma, estás obligado a presentarte en el lugar indicado en tu orden de asignación de servicio para tiempos de guerra.”

Todos deben de conocer la alarma de advertencia en caso de guerra. Por tanto, se controla el funcionamiento de las alarmas el primer lunes no festivo de marzo, junio, septiembre y diciembre a las 15:00 horas. Así sigue la información hasta el más mínimo detalle de cómo almacenar agua, comida etc. y se informa de dónde hay que buscar cobijo, en lugares preparados para ello, que hay dispersos por toda la geografía del país y que se pueden encontrar con una aplicación en el móvil, en caso de que el sistema funcione, claro está.

La información trata también de la cuestión psicológica. Debemos estar muy atentos a que a aquellos que quieren influir en nosotros pueden hacerlo muchas maneras maneras, como:

Difundir mentiras e historias falsas, o historias que son parcialmente verdaderas pero sacadas de contexto. Falsificar imágenes, videos y grabaciones de voz. Despertar emociones intensas en torno a un tema o evento para generar preocupación o desconfianza entre nosotros. Por tanto, debemos ser críticos con el contenido que despierta emociones fuertes y compartir solo la información que sepamos que proviene de fuentes confiables. Debemos también intentar verificar la información a través de varias fuentes diferentes. Hay que estar atentos a imágenes, videos y grabaciones de voz falsificadas que intentan despertar emociones intensas en torno a un tema o evento para inquietarnos o hacernos desconfiar unos de otros.

Siguen todo tipo de consejo para que hacer en caso de diferentes escenarios. Los consejos o mejor dicho, directrices, abarcan situaciones de todo tipo: inundaciones, grandes incendios, actos terroristas, accidentes, ya, hasta que hacer con los animales de compañía, si se tienen. Este librito amarillo de 32 páginas está pensado para dar seguridad y prevenir, pero creo que muchos se inquietan. Los jóvenes, sobre todo los de entre 16 y 25, lo discuten entre sí. Las noticias que nos vienen no son muy tranquilizadoras, especialmente desde la presunta decisión de Biden de permitir a Ucrania usar los misiles de larga distancia que EEUU les ha administrado, pero que hasta ahora ha prohibido que se usen contra territorio ruso. La respuesta de Putin ha sido bastante inquietante, porque ha constatado que el se siente libre para responder a un ataque a su territorio con misiles de larga distancia, con armas atómicas, a cualquier territorio de la NATO.

Suecia se está preparando para lo peor. No es la primera vez que se hace, pero quizás, esta vez coincide el reparto de este folleto con sucesos concretos a nuestro alrededor. Hay un cuento que me parece nos viene a decir que tengamos cuidado con las alarmas. Como todos seguramente ya han adivinado, el cuento es la fábula de Esopo, el pastorcillo y el lobo. Esperemos que el lobo no aparezca nunca por aquí, pero si alguna vez aparece, que el folleto nos sirva de algo. La última vez que un soldado sueco ha disparado un arma en guerra, fue en Noruega, el 14 de agosto de 1814, apenas pasado el mediodía. 210 años de paz, un récord difícil de superar. Se me olvidaba algo muy importante que también se puede leer en este folleto y que nos viene bien a todos, creo yo:

“Limita tu flujo de noticias negativas sobre la situación en el mundo. Encuentra un nivel que sea adecuado para ti. Dedica tiempo a cosas que te hagan sentir bien.”