Ayer iba yo paseando, pensando en la libertad y decidido a escribir algo sobre la libertad de cátedra, porque es algo que discutimos mucho en estos días y porque estoy leyendo un libro sobre la libertad, compuesto de ensayos escritos desde diferentes puntos de vista, que me parecen muy interesantes. Pero, al llegar a casa me encuentro con que todos los periódicos, casi sin excepción, escriben sobre los papeles, hasta hoy secretos, de la investigación sobre el asesinato de John F. Kennedy. Y yo me he puesto a pensar en aquella noticia y la conmoción en la que nos sumió tras ese 22 de noviembre de 1963. Recuerdo las conjeturas que se hicieron entonces; no quedaba ninguna organización o país comunista sin ser sospechoso. Se apuntaba a fidel Castro, claro está, a la Unión Soviética.

Se acusaba también a la mafia, particularmente la mafia de Chicago, bajo el liderazgo de Sam Giancana, o la mafia de Nueva Orleans con figuras como Carlos Marcello. La mafia podría haber tenido motivos para asesinar a Kennedy debido a su política de combate al crimen organizado. Las políticas de Kennedy y su hermano Robert F. Kennedy, quien era fiscal general, atacaron fuertemente a las organizaciones mafiosas. También se sospechaba de la CIA, debido a las tensiones con Kennedy sobre temas como la invasión de Bahía de Cochinos en Cuba dos años atrás y su manejo de la crisis de los misiles en Cuba al año siguiente. Se decía que la agencia estaba descontenta con la forma en que el presidente manejó estos temas y que ciertos elementos dentro de la CIA podrían estar involucrados.

Yo escuchaba atentamente las conversaciones en mi entorno. Se les echaba la culpa a unos y a otros dependiendo de la perspectiva desde la que se partía.  Los que se consideraban estar más bien a la derecha en el espectro político, tendían a culpar a los estados comunistas, mientras que los que tenían sus simpatías en las izquierdas, culpaban al estado profundo y a intereses económicos, por ejemplo a facciones dentro del complejo militar-industrial estadounidense, grandes corporaciones involucradas en la guerra, que podrían haber tenido un interés en eliminar a Kennedy debido a sus políticas más moderadas y su deseo de reducir la intervención militar en el extranjero, especialmente en la guerra de Vietnam. También surgieron teorías que apuntaban a miembros del propio gobierno de Estados Unidos, en particular del ala más conservadora, debido a las diferencias políticas que Kennedy tenía con su administración.

El asesinato del presunto perpetrador Lee Harvey Oswald dos días después del asesinato de Kennedy, retrasmitido en directo por la televisión, complicó aún más la imagen. Jack Ruby, cuyo nombre real era Jacob Leon Rubenstein, el asesino, era un empresario del mundo de la lucha libre y propietario de un club nocturno en Dallas que inesperadamente disparó a Oswald a bocajarro mientras este era trasladado a través de un pasillo de la estación de policía de Dallas. Muchos sugerían que Ruby pudo haber estado involucrado en una conspiración más amplia, por su conexión con figuras del crimen organizado. Estas teorías especulan que Ruby podría haber sido parte de un intento para silenciar a Oswald, ya que algunos creían que Oswald podía haber sido un chivo expiatorio en una trama más compleja.

Ahora que los documentos secretos de la investigación se han desclasificado, me pongo a buscar algo que tenga que ver con España o con Suecia. Son miles de documentos de muy diversa calidad e importancia, pero, ¡albricias! Encuentro uno después de apenas una hora de búsqueda. Es un documento que no tiene desperdicio. Primero porque nos muestra paso a paso como trabajan los servicios secretos de Estado Unidos cuando, minuciosamente, estudian un documento, en este caso una carta escrita a máquina y dirigida a la embajada de Estados Unidos en Estocolmo fechada el 25 de noviembre de 1963.

En la carta, remitida al parecer en Suecia y echada al buzón en la estación central de ferrocarriles, sita en el centro de Estocolmo, muy cerca del parlamento y del palacio real, se quiere hacer entender que es China la que está detrás del atentado y que ha utilizado a Oswald, que en ocasiones previas había efectuado actos de espionaje para ese país. Al leer la carta, tuve la impresión de que estaba leyendo un esbozo o trama preliminar para una película de James Bond. Y no es de extrañar, porque “Agente 007 contra el Dr. No” se estrenó en 5 de octubre de 1962 y se pudo ver en Estocolmo a partir del 15 de marzo de 1963.

La carta, supuestamente escrita por un oficial del servicio secreto chino, que se decía llamar Rio Liang Yüang, explica como China ha utilizado a Lee Oswald para espiar a la Unión Soviética, durante la estancia de este en Moscú. China habría tramado el atentado contra Kennedy utilizando a Oswald, pensando en hacer ver que la orden venía desde Fidel Castro, lo que haría que los Estados Unidos atacasen Cuba, lo que desencadenaría una respuesta por parte de la Unión Soviética. Llegados a la confrontación directa, China ofrecería su apoyo a la Unión Soviética a cambio del control de un arsenal de bombas atómicas. China y la Unión Soviética vencerían el pulso contra los Estados Unidos y, vencidos estos, China asesinaría a los lideres soviéticos, haciéndose con el poder absoluto sobre un mundo homogéneamente comunista.

Miles de cartas de chiflados han mantenido a los servicios secretos estadounidenses ocupados durante decenios. Es interesante ver como estos servicios no se inmutan ni un ápice para poner en marcha todo el sistema de control del que disponen. Se puede ver como analizan la carta, el sobre, el papel utilizado, el modelo de la máquina, la cinta, la tinta, el sello. Todos y cada uno de los detalles físicos de la carta, su proveniencia, etc. y, en profundidad, la ortografía, la gramática, el contenido, en fin, una investigación tan detallada, que ha debido tener a muchos expertos entretenidos durante días o semanas.

Yo, que tengo tiempo, me lanzo a especular sobre lo que hay tras la carta. Sin duda ha habido alguien que se ha tomado el trabajo de idear una historia, escribirla e ir a echarla en un buzón. Lo de la película ya lo he explicado, ahora queda hablar del contexto político. ¿Qué pasaba en China en aquel tiempo? En 1963, China estaba en un período de relativa estabilidad después de los efectos devastadores del Gran Salto Adelante (1958-1962), una política económica implementada por Mao que llevó a una grave crisis alimentaria y millones de muertes por hambre. El país estaba recuperándose de las consecuencias de ese fallido plan.

En noviembre de 1963, las relaciones entre China y la Unión Soviética eran tensas. A principios de la década de 1960, China y la URSS habían roto su alianza después de desacuerdos ideológicos y estratégicos. Mao y el liderazgo chino veían a la URSS como demasiado revisionista y se distanciaron políticamente. A nivel internacional, en 1963, Mao ya había comenzado a expandir la influencia de China en el ámbito global, especialmente en el contexto de la guerra fría y las relaciones con países del Tercer Mundo. En ese momento, China apoyaba las luchas de liberación nacional en diversas partes del mundo, como África y Asia, alineándose con los movimientos antiimperialistas, pero también manteniendo una postura de aislamiento y autarquía.

Quién fuere que escribió la carta, posiblemente un sueco, a partir del análisis de ortografía y gramática, estaba bien enterado de la política internacional del momento. Si había alguna intención política, esa era la de dar las relaciones de Estados Unidos con China y con la Unión Soviética. En 1963, la Guerra de Vietnam ya estaba en marcha, y Estados Unidos estaba intensificando su involucramiento en el conflicto. China, por su parte, apoyaba los comunistas del Frente Nacional de Liberación (Vietcong) en el sur de Vietnam y al gobierno comunista de Vietnam del Norte bajo Ho Chi Minh. Esto ponía a China y Estados Unidos en bandos opuestos en un conflicto clave de la Guerra Fría.

Mao Zedong y el Partido Comunista Chino tenían una visión de internacionalismo proletario que apoyaba la revolución mundial. Esto no debe entenderse como la intención de dominar o subyugar otras naciones, sino como un deseo de difundir el comunismo en todo el mundo, especialmente en los países que eran colonias o estaban bajo la influencia de potencias imperialistas como Estados Unidos o las potencias coloniales europeas.

Mao veía la lucha contra el imperialismo como una tarea global. Creía que el capitalismo y el imperialismo eran sistemas opresivos que debían ser derrocados, y que China debía apoyar a los movimientos de liberación en todo el mundo para expandir el comunismo. En en librito rojo de Mao, oficialmente titulado “Citas del presidente Mao Zedong” que yo por cierto tengo traducido al portugués, «Mao Tse-tung: Citações» traducido en 1970, se puede leer:

«El imperialismo es el enemigo común de los pueblos de todos los países. Debemos luchar en la revolución mundial para eliminar la opresión imperialista y lograr la liberación de todos los pueblos.»

Conociendo la historia, estudiando el contexto de la carta que los detectives encargados de examinarla calificaron como “crank-letter” (carta de un desequilibrado) se comprende que estos pensamientos o temores circulaban por Suecia en estas fechas de la guerra fría. Si hubiésemos tenido internet en 1963, las redes se habrían llenado de especulaciones y memes. Si tenéis tiempo, os recomiendo la lectura de esta magnífica fuente histórica. [1]


[1] https://www.archives.gov/files/research/jfk/releases/2023/104-10020-10016.pdf