Esta mañana está lloviendo. Es normal aquí, pero, después de un día de sol como el de ayer, da pereza salir a la calle, así que me quedo a tomar otra taza de café y busco algo para leer en la estantería. Casi por casualidad encuentro un libro de tapas gastadas, señal de haber sido usado y reusado. Es un libro de Carl Sagan, el científico del que he hablado anteriormente, con motivo de las armas nucleares. El libro está escrito en 1996, un año importante en mi vida, así que lo tomo como lectura mañanera. El título es de lo más inquietante: The Demon-Haunted World: Science as a Candle in the Dark[1] (El mundo y sus demonios: La ciencia como una luz en la oscuridad), una obra en la que Sagan defiende el pensamiento crítico y el método científico como herramientas esenciales para combatir la superstición y la pseudociencia.
Sagan argumenta que la ciencia no solo es un conjunto de conocimientos, sino una manera de pensar que nos protege contra engaños, creencias infundadas y manipulaciones. ¡Que clarividente era Sagan! Sagan sostiene que el escepticismo bien aplicado es esencial para no caer en engaños. Propone el kit de detección de camelos (baloney detection kit), un conjunto de herramientas para evaluar la validez de una afirmación. Explica que la ciencia no se basa en creer ciegamente en expertos, sino en someter afirmaciones a pruebas rigurosas.
«Uno de los grandes mandamientos de la ciencia es: ‘Desconfía de los argumentos de autoridad’. La historia está llena de ejemplos de autoridades que se han equivocado.»
Sagan expone ejemplos de creencias sin fundamento, como los ovnis, la astrología, la quiromancia o la abducción extraterrestre, y cómo estas proliferan debido a la falta de educación científica y al deseo humano de respuestas fáciles. Critica también a los medios de comunicación por dar más importancia a teorías sin base científica que a la ciencia real.
Según Sagan el miedo y la incertidumbre pueden llevar a las personas a aceptar explicaciones sobrenaturales en lugar de buscar respuestas racionales. Sagan propone que el pensamiento crítico puede ayudarnos a disipar estos «demonios» creados por el desconocimiento.
«Las velas en la oscuridad son la curiosidad, el escepticismo y el método científico.»
Para liberarnos de todos esos males, la educación es, según él, la defensa fundamental contra la manipulación y yo le doy la razón, una educación basada en la curiosidad y el pensamiento analítico, es nuestra salvación. Una sociedad con poca educación científica es vulnerable a la manipulación política y mediática. Los regímenes totalitarios han utilizado siempre la ignorancia para controlar a la población. La ciencia, en contraste, debe ser una fuente de asombro y belleza que nos conecta con el universo y nos brinda una visión más profunda de la realidad.
«La ciencia no solo es compatible con la espiritualidad; es una fuente profunda de espiritualidad.»
Da mucho en que pensar al que, como yo, se siente agnóstico, porque el asombro ante el cosmos no necesita explicaciones sobrenaturales, sino un conocimiento más profundo de la naturaleza.
El mundo y sus demonios fue premonitorio respecto a muchos de los problemas actuales, sobre todo, su análisis sobre la desinformación, la pseudociencia y la manipulación de la opinión pública, fenómenos que hoy son más graves que nunca. En la obra, Sagan advertía sobre cómo la falta de pensamiento crítico haría que las sociedades fueran cada vez más vulnerables a la desinformación. Hoy en día, con las redes sociales y la facilidad para difundir noticias falsas y teorías conspirativas, sus advertencias han cobrado una importancia aún mayor. Esto se refleja en fenómenos recientes como la desconfianza en la ciencia durante la pandemia de COVID-19, la proliferación de conspiraciones sobre vacunas, cambio climático o fraudes electorales sin pruebas.
Sagan criticaba duramente la creencia en lo sobrenatural y la pseudociencia, que en su tiempo se manifestaban en la astrología, las abducciones extraterrestres y la medicina alternativa sin base científica. Parece mentira que a día de hoy sigamos teniendo programas de clarividencia en las televisiones y horóscopos en los periódicos.
Hoy tenemos además en auge terapias sin evidencia, movimientos antivacunas y «gurús espirituales» en internet, el problema ha crecido. Muchas personas, desgraciadamente muchos jóvenes, rechazan la ciencia en favor de explicaciones fáciles o atractivas, exactamente como Sagan predijo.
Sagan advertía también de los peligros que corría una sociedad con poca educación científica, pues sería fácilmente manipulada por políticos y líderes con intereses propios. Hoy estamos viendo cómo la polarización política, la manipulación mediática y la posverdad han llevado a muchas personas a rechazar hechos verificables en favor de narrativas emocionales o populistas. Lo estamos viendo a diario con ascenso de movimientos autoritarios y en la fragmentación social.
Sagan veía la ciencia y el pensamiento crítico como las mejores herramientas para combatir la manipulación y el engaño. Argumentaba que la alfabetización científica era clave para una sociedad sana y democrática. Hoy en día, este mensaje es más relevante que nunca. La crisis climática, la pandemia de COVID-19, la proliferación de sectas digitales y la desconfianza en la medicina y la tecnología muestran cuán importante es fomentar el pensamiento basado en evidencia.
«Una población desconectada de la ciencia y el pensamiento crítico estará a merced de charlatanes que saben manipular sus emociones.»
Cuando Sagan escribió El mundo y sus demonios, Internet aún estaba en sus primeras etapas, pero él ya advertía sobre los peligros de la desinformación masiva y cómo podíamos ser manipulados sin darnos cuenta. Hoy, con las redes sociales y los algoritmos de recomendación, la manipulación de la opinión pública se ha convertido en un problema global. Desde campañas de desinformación política hasta la radicalización de individuos en foros conspirativos, lo que Sagan predijo se ha convertido en una realidad cotidiana.
«Si no podemos distinguir entre lo que deseamos creer y lo que es verdad, nos encontramos en una situación peligrosa.»
Sagan alertaba sobre cómo la falta de educación científica y pensamiento crítico haría que la gente tomara decisiones basadas en emociones y no en hechos. Esto es exactamente lo que ocurre en la era de la posverdad, donde los sentimientos y creencias personales parecen tener más peso que la realidad objetiva. Lo vemos a diario en las decisiones políticas que nos afectan y que son tomadas por los lideres políticos que han sabido como utilizar los resortes emocionales. En un mundo donde la desinformación se propaga más rápido que nunca, la obra de Sagan debería servir como guía imprescindible para entender los peligros de la irracionalidad y la importancia de la ciencia. Veo que, lejos de ser un libro del pasado, esta obra, es un libro para nuestro presente y futuro, porque, como decía Sagan:
«Siempre habrá charlatanes y demagogos que quieran aprovecharse de la gente. Nuestra única defensa es el pensamiento crítico.»
[1] https://dn790004.ca.archive.org/0/items/B-001-001-709/Carl%20Sagan%20-%20The%20Demon%20Haunted%20World.pdf
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