Pues, siguen los calores, si señor. Hoy he salido a correr, Sí, a correr, no a pasear, o, sí, a pasear un poco más rápido de lo habitual. Correr es un decir, pero, como marcha, me amonestarían por levantar un pie del piso. Mientras jadeaba como galgo jubilado, me ha venido a la mente que he tenido dos reuniones en lugares muy interesantes. Eso, a propósito de mi anterior entrada sobre la cerveza y otras bebidas. La primera reunión la tuve ya la semana pasada con el grupo al que pertenezco, dentro de mi partido, y que trabaja con la planificación de una estructura energética sostenible, para tratar de parar el calentamiento climático. Sobre esto hay mucho que decir, porque en esta reunión, un político que es agricultor en lo privado, nos estuvo dando la lata con una retahíla endiablada sobre los bienes del CO₂. Ya sabemos que el CO₂ es lo que los seres humanos y animales exhalan como parte del proceso de respiración. Las plantas lo utilizan en la fotosíntesis para producir oxígeno y glucosa, esenciales para su crecimiento. También sabemos que el CO₂ es una parte fundamental del ciclo del carbono, un proceso biogeoquímico que regula la cantidad de carbono en la atmósfera, la hidrosfera y la biosfera. Sí sí, hasta aquí todos de acuerdo, pero, el dióxido de carbono es, al mismo tiempo, uno de los gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera terrestre, calentando nuestro pobre Tellus. Si bien es esencial para mantener la temperatura de nuestro planeta a niveles que permitan la vida, el exceso de CO₂ debido a actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles y la deforestación, ha contribuido al calentamiento global y al cambio climático. Además, la mayoría de los expertos están de acuerdo en que su exceso en la atmósfera es una de las principales causas del cambio climático actual. No sé lo que pensaréis vosotros, pero esto es lo que hay. No era de eso de lo quería contar pero, corriendo, se me enredan los pensamientos. Yo lo que quería contar es que, el local donde tuvimos la reunión es de la IOGT:NTO que es una organización sueca de carácter social y de abstinencia, dedicada a la promoción de estilos de vida libres de alcohol y otras drogas. Su nombre completo es Internationella Organisationen av Godtemplare i Sverige – Nykterhetsrörelsens Templare (IOGT-NTO), que en español se traduce como «Organización Internacional de Buenos Templarios en Suecia – Templarios del Movimiento de Abstinencia».
la IOGT se formó en 1851 como una organización de abstinencia total para combatir el alcoholismo y sus efectos en la sociedad. Sus objetivos incluían promover la sobriedad, abogar por reformas legales y políticas, apoyar el desarrollo moral y espiritual de sus miembros, y expandir su misión a nivel internacional para crear comunidades más saludables y justas. Aunque se fundó en los Estados Unidos, la IOGT rápidamente se expandió a otros países, incluyendo Canadá, el Reino Unido y varios países europeos, entre ellos Suecia. En 1906, la organización cambió su nombre a «International Order of Good Templars» para reflejar su creciente presencia global. El objetivo principal de la IOGT en el momento de su formación fue combatir el alcoholismo y sus efectos negativos en los individuos, las familias y las comunidades. En el siglo XIX, el consumo de alcohol era un problema significativo en muchas partes del mundo y no menos en Suecia, y la IOGT se posicionó como una organización que buscaba soluciones a través de la abstinencia. Esta organización tiene unos locales magníficos para reuniones y los alquilan por 100 euros al día a otras organizaciones. Yo pensaba, mientras corría, que debería presentar estas organizaciones, para dar una imagen más completa de lo que significa el alcohol para la sociedad sueca.
La siguiente reunión, la tuve ayer, en un edificio histórico por ser un proyecto completamente fallido, que existe aún en nuestra ciudad, como una especie de museo del “quiero y no puedo” o de la ilusión desmedida de unos cuantos estudiantes sobrios, que creían que iban a poder cambiar las costumbres de los estudiantes de Lund. A este edificio le pusieron el nombre del pionero sueco de la sobriedad y la templanza, Peter Wieselgren. Al ver que era imposible construir un edificio como vivienda de estudiantes, en el que el consumo de alcohol estuviese prohibido, se construyo el edificio, pero pasó a tener otras funciones, entre otras, ser sede de algunas oficinas y aulas para centros de educación de adultos. Yo estuve ayer atendiendo una reunión de presidentes de ciudades jardín, ya que yo presido desde hace dos años nuestro pequeño paraíso urbano.
Aunque entre los estudiantes no llegó a cuajar este movimiento por la abstinencia, no se puede negar que fue muy importante como base de la organización obrera y la democratización de la sociedad. Durante el siglo XIX y principios del siglo XX, el abuso del alcohol era un gran problema en la sociedad sueca, con graves consecuencias para la salud, las familias y la comunidad. El movimiento de abstinencia trabajó activamente para reducir el consumo de alcohol fomentando la abstinencia personal y abogando por leyes y restricciones sobre el alcohol.
El movimiento de abstinencia fue clave para el desarrollo de la sociedad sueca, pues ha tenido una gran influencia en la vida social, política y cultural de Suecia desde mediados del siglo XIX. Este movimiento popular desempeñó un papel crucial en la promoción de reformas sociales y de salud en Suecia. El movimiento contribuyó a la movilización política y fue una fuerza importante en el proceso de democratización de Suecia. A través de su compromiso con los temas sociales y su enfoque en el bienestar de los ciudadanos, el movimiento de abstinencia se convirtió en parte del movimiento popular más amplio, que incluía al movimiento obrero y al movimiento de las iglesias libres, no adscritas a la iglesia estatal protestante. Estos movimientos, en conjunto, desempeñaron un papel central en impulsar las reformas sociales y aumentar la participación política, lo que sentó las bases para el moderno estado de bienestar sueco.
El movimiento de abstinencia fue importante para promover la educación y la cultura en Suecia. Muchas asociaciones de abstinencia establecieron sus propias bibliotecas, círculos de conferencias y eventos culturales destinados a ofrecer una alternativa a la cultura del alcohol, y contribuyó de esta manera a la difusión del conocimiento, creando una base para la educación popular, lo cual fue fundamental para elevar el nivel educativo y la conciencia de la gente. Se trataba de canalizar la atención de los trabajadores hacia la cultura, la lectura, la música, las tertulias, dejando el alcohol fuera de todo tipo de socialización. Sus mayores éxitos los lograron fuera de las ciudades, en los pequeños núcleos de población con una población bastante estable y una gran tradición religiosa. En las grandes ciudades, donde el control social no era tan grande, era más difícil predicar la abstinencia.
Este movimiento ha dejado una gran huella en la política y la legislación sobre el alcohol en Suecia, contribuyendo a la implementación de regulaciones estrictas sobre el alcohol y al establecimiento de Systembolaget, la tienda estatal de venta de alcohol, que se creó para controlar el consumo de alcohol y reducir los daños relacionados con esos productos. Estas regulaciones y estructuras han sido importantes para el trabajo de Suecia en materia de salud pública y han influido en la política del país hasta el día de hoy. El movimiento también ha influido en los valores culturales y las normas suecas en torno al alcohol. A través de su trabajo, el movimiento de abstinencia ha contribuido a una actitud más restrictiva hacia el alcohol en comparación con muchos otros países, lo que, a su vez, ha influido en las normas sociales y actitudes en Suecia. Esta actitud sigue influyendo en la forma en que la sociedad sueca ve y maneja los problemas relacionados con el alcohol hoy en día. Pero, aquí hay una pequeña trampa, diría yo, porque la sociedad sueca se dividió en dos bloques perfectamente perceptibles, para todo aquel, que, como yo, formen parte de ella. Por un lado, están los abstemios, una minoría, pero muy bien representada en la política, y sobrerrepresentada en el parlamento y en todas las administraciones. Por la otra parte, está la mayoría de la sociedad que aún conserva una rara fascinación por el alcohol, presente en todas las ocasiones importantes y uno de los marcadores de estatus en la sociedad. Una persona que lo tiene todo, tiene también unos toneles de una conocida marca de whisky en la propia destilería, el bar de su casa, repleto de botellas de marcas caras y una buena bodega con vinos añejos en su vivienda. Para los estudiantes, es una “necesidad” el poder acceder al alcohol y, en los hogares de estudiantes bajo las “naciones” hay bares donde se sirve alcohol a bajo precio. Muchos estudiantes universitarios llegan a desarrollar una dependencia severa que a veces les puede costar hasta la vida. El alcohol se convierte en un peligro.
El problema es, que cuando las organizaciones que luchaban por la abstinencia lograron conseguir un poder político importante, cayeron en la trampa de creer que todo se solucionaría con la prohibición. Así empezó en Estados Unidos la introducción de la ley seca, la prohibición de producir y consumir bebidas alcohólicas, que tan nefastos resultados dio en su día y aún sigue notándose. La Ley Seca fue el resultado de décadas de activismo por parte del movimiento de templanza en Estados Unidos, que comenzó en el siglo XIX. Este movimiento, compuesto principalmente por grupos religiosos y organizaciones sociales como la Women’s Christian Temperance Union (WCTU) y la Anti-Saloon League (ASL), sostenía que el alcohol era la raíz de muchos problemas sociales, incluyendo la violencia doméstica, el crimen y la pobreza. Durante la Primera Guerra Mundial, el apoyo a la prohibición creció significativamente, ya que muchos consideraban el consumo de alcohol como un despilfarro de recursos y grano, que sería mejor emplear como alimento. Además, el sentimiento antialemán contribuyó a la aprobación de la Ley Seca, ya que muchas cervecerías en Estados Unidos eran propiedad de inmigrantes alemanes. Esta ley se oficializó con la Decimoctava Enmienda a la constitución de los Estados Unidos, ratificada en 1919, y con la promulgación de la Ley Volstead en 1920. Esta última ley definía las bebidas alcohólicas y establecía las reglas para la prohibición y el cumplimiento de la misma. Según la ley, cualquier bebida con más del 0.5% de alcohol era ilegal. Pronto se vio que esta ley sería extremadamente difícil de aplicar. Aunque algunas personas respetaban la ley, muchas otras no. La producción clandestina y el contrabando de alcohol se convirtieron en prácticas comunes. Además, se establecieron bares clandestinos llamados «speakeasies» (fácil hablar) en ciudades de todo el país, donde se vendía alcohol ilegalmente.
Uno de los efectos más notables de la Ley Seca fue el aumento del crimen organizado. Las pandillas y organizaciones criminales se beneficiaron enormemente del comercio ilegal de alcohol. Figuras como Al Capone en Chicago amasaron grandes fortunas y poder mediante el contrabando y la venta ilegal de alcohol. El crimen violento y la corrupción política también aumentaron, ya que muchos oficiales de policía y políticos fueron sobornados para ignorar las operaciones ilegales. La mafia, endémica en Italia, se estableció en Estados Unidos, creciendo entre grupos marginados de emigrantes, generalmente italianos o irlandeses. Ya nunca se pudo acabar con la mafia y aún sigue teniendo el poder de meter su mano en cualquier actividad lucrativa y grisácea que pueda surgir, ya sea la recogida y localización de las basuras, la droga y un sinfín de actividades. Saliéndome un poco del tema del alcohol, es aproximadamente lo que ocurre hoy referente al mercado de la droga, hay gran cantidad de demanda, está prohibida y hay mucho dinero que ganar. Esto es un problema de Estados Unidos, de España y de Suecia, e igualmente en el resto del mundo. La Ley Seca llegó a su fin con la ratificación de la Vigésima Primera Enmienda a la constitución de los Estados Unidos en 1933, que derogó la Decimoctava Enmienda. Esta fue la única vez en la historia de Estados Unidos que se derogó una enmienda constitucional. La derogación fue impulsada en parte por el reconocimiento de los problemas asociados con la prohibición y el deseo de generar ingresos fiscales a través de la venta de alcohol, especialmente durante la Gran Depresión.
Otros países introdujeron restricciones de distintas maneras, siempre con poco o ningún éxito a largo plazo. En el Imperio Ruso, una prohibición del alcohol fue introducida durante la Primera Guerra Mundial en 1914 y continuó después de la Revolución Rusa bajo el gobierno soviético. La prohibición completa terminó en 1925, aunque algunas restricciones continuaron bajo el régimen soviético. La pequeña Islandia fue una de las pioneras, adoptando la prohibición del alcohol en 1915, pero la ley comenzó a ser flexibilizada en 1922. La prohibición del vino fue levantada en 1922. La prohibición parcial en Islandia se relajó en respuesta a la presión internacional, especialmente de España, un importante exportador de vino, que amenazó con dejar de comprar pescado islandés si Islandia no permitía la importación de vino. Noruega impuso también restricciones parciales al alcohol en 1916, comenzando con la prohibición de bebidas destiladas, y luego extendió estas restricciones a otros tipos de bebidas alcohólicas en 1919. Sin embargo, la prohibición total del alcohol nunca se implementó. Las restricciones en Noruega se relajaron gradualmente durante la década de 1920, y en 1927 se permitió nuevamente la venta de bebidas alcohólicas destiladas. Finlandia implementó la prohibición del alcohol en 1919, poco después de obtener su independencia de Rusia, y la mantuvo hasta 1932. La ley seca en Finlandia resultó en un aumento del contrabando y la producción ilegal de alcohol, similar a lo que ocurrió en Estados Unidos. La prohibición fue derogada mediante un referéndum. Durante la presidencia de Plutarco Elías Calles, de 1926 a 1933, México implementó una política de prohibición del alcohol, aunque no tan estricta como la de Estados Unidos. En México, las restricciones se centraron más en la regulación y control del consumo de alcohol en ciertas áreas y bajo ciertas circunstancias.
En Suecia, el 27 de agosto de 1922 y fue un momento clave en la historia del país, al menos, respecto a su política de alcohol. Este referéndum se realizó para decidir si se debía imponer una prohibición total de las bebidas alcohólicas en el país, en un contexto marcado por movimientos de temperancia y preocupaciones sociales sobre el consumo de alcohol. Suecia, como todos los países industrializados, enfrentaba serios problemas sociales y de salud relacionados con el consumo excesivo de alcohol, a partir de su industrialización. Estos problemas incluían altos niveles de alcoholismo, violencia doméstica, pobreza y problemas de salud pública. Durante este período, organizaciones como la IOGT-NTO, iglesias y otros grupos sociales promovieron activamente la abstinencia del alcohol. Estos grupos ganaron una considerable influencia política y social, lo que impulsó la idea de una prohibición total como una solución a los problemas causados por el alcohol. Además, la Prohibición en los Estados Unidos, tuvo un impacto significativo en Suecia. La política estadounidense fue observada con interés por los defensores de la temperancia suecos, quienes esperaban resultados similares en su propio país. Ante la presión de los movimientos de temperancia y la creciente preocupación pública sobre los efectos negativos del alcohol, el gobierno sueco decidió convocar un referéndum para preguntar a la población si apoyaba la imposición de una prohibición total de las bebidas alcohólicas. El referéndum fue de carácter consultivo, lo que significa que no era vinculante y, por lo tanto, no obligaba al gobierno a seguir su resultado. La pregunta que se planteó a los votantes fue si estaban a favor de una prohibición total de las bebidas alcohólicas que contenían más de 2.25% de alcohol. El resultado fue muy ajustado, con un 51% votando en contra de la prohibición y un 49% a favor. La participación electoral fue de aproximadamente el 55%, lo cual se considera relativamente alto para la época y el tema en cuestión. Dado que la mayoría votó en contra de la prohibición, Suecia no implementó una prohibición total del alcohol. Sin embargo, el estrecho margen de la votación mostró que el país estaba profundamente dividido sobre la cuestión del alcohol.
A pesar del rechazo a la prohibición total, el referéndum influyó en la política de alcohol en Suecia. El gobierno sueco, consciente de las preocupaciones sobre el consumo de alcohol, optó por seguir un enfoque regulatorio más fuerte. Esto llevó a la creación de Systembolaget en 1955, un monopolio estatal para la venta de alcohol con el objetivo de controlar el consumo de manera más estricta. Aunque no se implementó una prohibición total, Suecia mantuvo políticas restrictivas en torno al alcohol, como altas tasas impositivas, regulación estricta de los horarios de venta y restricciones en la publicidad de bebidas alcohólicas. Estas políticas han perdurado hasta la actualidad, con Suecia manteniendo uno de los enfoques más restrictivos hacia el alcohol en Europa. El referéndum de 1922 demostró la dificultad de implementar políticas de prohibición total en sociedades donde el consumo de alcohol está profundamente arraigado culturalmente. También resaltó la importancia de equilibrar la regulación del alcohol con las libertades individuales y los derechos personales.
Cuando yo llegué a Suecia, Systembolaget era un lugar que parecía una farmacia o un economato antiguo. Al entrar en sus tiendas había que hacer cola y, al llegar al mostrador, arriba de la caja, había una lamparita roja que se encendía de forma aleatoria y, al encenderse, el cliente que hubiese llegado al mostrador, tenía que mostrar su carnet de identidad o pasaporte. El dependiente miraba entonces el documento y lo comparaba con una lista, “la lista negra” que el tenía sobre los clientes a los que no se les debía despachar. En esa lista entraban todos los que habían sido detenidos por delitos de ebriedad o habían sido denunciados por las autoridades sociales. También se controlaba que el cliente tuviese más de 20 años. Hoy las tiendas del Systembolaget, tres en la ciudad de Lund, están perfectamente surtidas con vinos, cervezas y licores de todo el mundo. Hoy ya no tienen ese carácter lúgubre que tenían en los 60 y 70, y son tiendas de autoservicio. Además, Systembolaget, está obligado a importar todo aquello que los clientes le demanden. Yo no tengo problemas para comprar cualquier producto que me venga en gana, pero el precio es alto, en lo que se refiere a bebidas de una gran graduación alcohólica, pues se pagan impuestos según los grados o porcentaje de alcohol que contengan. Los buenos vinos son bastante baratos, tan baratos o más que en España. El control de la edad es muy estricto y yo veo a hombres barbudos y mujeres casaderas que tienen que mostrar su legitimación pues parecen demasiado jóvenes. A mí no me piden la legitimación ¿Por qué será?
La política para mantener el consumo de alcohol en unos niveles aceptables para la sociedad, es la de altos precios. Para una persona de ingresos medios, consumir alcohol le resulta caro. Una botella de vino de media calidad no cuesta menos de 12 euros. Una botella de cerveza de 33 cl de mediana calidad cuesta 2-3 euros. Una copa de vino en un bar normal o una cerveza, unos 10 euros. Una botella de whisky regular de 75 cl cuesta 40 o 50 euros. El consumo promedio de alcohol es de 8,82 litros de alcohol puro por habitante, de 15 años o más, según las estadísticas de 2022, que son de las que dispongo. Es extraño que se utilice la medida, mayor de 15 años, ya que la edad mínima para ser servido en un bar es de 18 años y para comprar en Systembolaget, 20 años. Si usáramos la medida, mayores de 18 años, que para mí sería la más lógica, tendríamos un consumo que se aproximaría a la de otros países. Si el consumo de alcohol se distribuyera equitativamente entre todos los adultos en Suecia, cada adulto consumiría aproximadamente once copas estándar de alcohol a la semana. Es decir, once copas de vino u once latas de 33 cl de cerveza fuerte, lo cual supera el límite de consumo de bajo riesgo.
Europa es el continente donde el consumo de alcohol es más alto. El consumo promedio de alcohol, medido en litros de alcohol puro por persona de 15 años o más por año, en los países de la UE junto con Noruega y Suiza es de 11,3 litros. Esto es considerablemente más alto que el promedio global de 6,4 litros. España tiene un consumo superior, aunque aquí es muy difícil saber con exactitud porque, gran parte del consumo lo hacen los turistas que nos visitan. Con todo, estamos en 9 litros de alcohol puro, no mucho más que Suecia.
Aunque el consumo está bajando en todos los grupos de edad, en los últimos años, en varios países europeos se han debatido diferentes medidas para reducir aún más el consumo de alcohol. Una de esas medidas es el establecimiento de precios mínimos, es decir, fijar un precio mínimo para las bebidas alcohólicas más baratas. Políticas similares ya existen en Canadá, algunos estados de EE. UU., Rusia, Moldavia, Ucrania y Uzbekistán. El 1 de mayo de 2018, Escocia se convirtió en el primer país de la UE en introducir un precio mínimo de £0,50 por unidad de alcohol (10 mililitros o 8 gramos de alcohol puro). Hay estimaciones que indican que esta reforma, solo en el primer año, debería prevenir 60 muertes, 1,600 hospitalizaciones y 3,500 delitos. Gales e Irlanda tienen planes avanzados para seguir el ejemplo de Escocia. El problema es, que no deberíamos caer en los errores cometidos con las leyes secas. En mi opinión, hay que educar al individuo y dejarle decidir por si mismo, siempre y cuando no signifique una catástrofe nacional. Precisaríamos un nuevo movimiento antidroga, que no veo por ninguna parte. Me refiero a un movimiento social, desde abajo, desde las raíces, que tenga tanta repercusión como el movimiento que quiso contrarrestar las secuelas del alcohol tuvo en su momento.
Y es que, es muy difícil saber exactamente cual es la magnitud de la droga en las sociedades occidentales. Lo que se ha sabido hasta ahora han sido solo la punta de un iceberg, si se me permite la frase vacía. Sabemos lo que descubren las aduanas y la policía, sabemos de casos de muertes, una 1000 al año, solo en Suecia, y las personas que se encuentran en tratamiento o en cárceles u otras instituciones penitenciarias, pero, ¿Cuánta gente se droga? Encuestas se pueden hacer, pero sus resultados tienen un valor limitado. Finalmente, desde el 2014, se ha empezado a controlar de una manera más científica, analizando las aguas residuales, ya que todo lo que entra por la boca, sale por…
Durante siete días, entre el 15 y el 21 de octubre de 2019, la planta de tratamiento de Henriksdal en Estocolmo tomó muestras de agua de las aguas residuales durante 24 horas desde dos de las entradas de alcantarillado en el centro de Estocolmo. El área de captación abarca a los hogares conectados a 850,000 personas de todas las edades que viven en las zonas centrales y del sur de Estocolmo, y a todos los establecimientos, bares, restaurantes, clubes etc. La prueba se realizó de acuerdo con métodos internacionales reconocidos según la EMCDDA, el Centro Europeo para el Control de Drogas y la Adicción, al que están afiliadas más de 70 ciudades europeas, que cada año analizan sus aguas residuales para investigar los patrones de consumo de drogas en las ciudades. Por lo tanto, la prueba de siete días puede compararse con el resto de los países de la UE. Todas las dosis están calculadas según las dosis normales según las medidas estándar de la EMCDDA, es decir, 125 miligramos de cannabis por dosis, 100 miligramos de cocaína por dosis, y 30 miligramos de anfetamina/metaanfetamina. El número de dosis se calcula con un método que tiene en cuenta que los marcadores encontrados en el agua son los que han sido descompuestos en el cuerpo.
La prueba se realizó durante siete días para obtener la cifra más fiable posible sobre los hábitos de consumo de drogas. De media, el estudio encontró que cada día se consumían el equivalente a 255,600 dosis de cannabis, 4,810 líneas de cocaína y 64,443 dosis de anfetamina. Durante la semana, el día en que se consumió más droga en el área fue el martes. Por cada mil habitantes, el martes se consumieron 440 dosis de cannabis, 4.7 dosis de cocaína y 79 dosis de anfetamina. En peso, se fumaron 223.5 kilos de cannabis, con un valor total de aproximadamente 24.6 millones de coronas, durante la semana examinada. Esto muestra que el cannabis es la fuente de ingresos más grande para los traficantes. La cocaína equivale a casi 3.4 kilos y tiene un valor de tres millones de coronas. Se gastaron otros tres millones en 13.5 kilos de anfetamina. Durante la semana antes del pago de salarios en octubre, se gastaron en total casi 31 millones de coronas en drogas en Estocolmo. El precio de la calle para 1 gramo de cannabis se calcula en 110 coronas, para 1 gramo de cocaína el precio es de 900 coronas y para 1 gramo de anfetamina el precio es de 240 coronas.[1]
El problema de la droga está creciendo. No solamente son las drogas comunes, el cannabis, las anfetaminas, la cocaína, la heroína etc. Muchos jóvenes usan cualquier cosa para huir de la realidad. Ahora parece que aquí en Suecia es el óxido nitroso o gas de la risa, el que está de moda. Antes era el gas de los mecheros, y aún antes la inhalación de pegamento, aerosoles, disolventes u otros productos que emiten vapores, para conseguir una euforia temporal, a costa de mareos, percepción distorsionada y, a veces, alucinaciones a costa de problemas graves de salud, incluidos daños en el cerebro y en órganos internos, y a veces, perder la vida. Yo me pregunto que es lo que lleva a esos jóvenes a tratar de huir la realidad. Podríamos decir que, aquí y en casi toda Europa, los jóvenes tienen todo lo que se le puede elegir a la vida. No todos, naturalmente, pero la inmensa mayoría. El problema además va mucho más allá, de ser un problema de higiene social o salud pública. Es también un problema de seguridad. Suecia se ha convertido en poco tiempo en un lugar inseguro, por culpa de las bandas criminales que campean a sus anchas, y viven entre lujo, gracias a su capacidad de violencia. A diario se puede leer relatos de muertes a tiros en cualquier lugar de Suecia, aquí mismo, en nuestra proximidad, en Malmö y Helsingborg, por suerte aún no en Lund, hemos tenido muertes violentas en la que los perpetradores no tenían más de 15 años. Parece ser que las bandas eligen estos jóvenes como torpedos, porque la legislación sueca, solo permite condenarles a penas de unos cuantos meses en casas de corrección de una disciplina muy laxa, y a los dos días están en la calle, cuando no los liberan antes a la fuerza.
En Suecia hemos visto un aumento en ciertos tipos de delitos, como los relacionados con la violencia y las drogas, mientras que otros, como los robos, han disminuido. Los delitos violentos, como agresiones, homicidios y tiroteos, han mostrado un claro aumento. Este incremento ha sido particularmente notable en áreas urbanas y en ciertos barrios. Factores como la actividad de bandas criminales, concentradas en ciertas etnias, conflictos relacionados con el tráfico de drogas y la violencia de pandillas han contribuido a este aumento. Al pertenecer la mayoría de los criminales a etnias específicas, en su mayoría proveniente de el oriente medio, el crecimiento de la xenofobia ha coincidido con un aumento en los delitos de odio y ataques violentos. Las políticas promovidas por partidos xenófobos a menudo buscan limitar los derechos de los inmigrantes o minorías, lo que puede aumentar las desigualdades socioeconómicas y estas a su vez pueden contribuir a un mayor En contextos donde las políticas de exclusión han aumentado la marginalización, se ha observado un aumento en la criminalidad entre las comunidades afectadas. El problema es grande y de muy difícil solución.
Al mismo tiempo, la regulación sueca contra el uso de drogas es una de las más estrictas en Europa. Suecia ha adoptado un enfoque integral y rígido hacia el control de drogas, centrado en la prevención, la restricción y el tratamiento. Es una política de cero tolerancias hacia el uso de drogas. Esto significa que cualquier forma de consumo, posesión o tráfico de drogas ilegales está estrictamente prohibida y se enfrenta a medidas severas. Tanto la posesión como el uso de drogas están penados por la ley, sin distinción en la cantidad o el contexto. Y, al igual que en tiempos de la lucha por el alcohol, había un nombre en concreto, como responsable de esta deriva política, en el caso de las drogas este fue Nils Bejerot (1922-1988), un psiquiatra e investigador sueco, que abogó firmemente por una política de drogas restrictiva y de cero tolerancia. Su trabajo e ideas han tenido un gran impacto en la política de drogas de Suecia. Bejerot realizó una extensa labor de conferencias en todo el país, debatiendo intensamente a favor de la tolerancia cero hacia las drogas y publicó 600 ensayos y artículos de debate, así como una decena de libros sobre el tema. En total, tuvo más de 100,000 participantes en sus cursos de dos días. Durante muchos años, Bejerot dio conferencias en la escuela de policía (más tarde la Escuela Nacional de Policía) sobre temas como el abuso de drogas, los trastornos mentales y la técnica de negociación. Formó a casi todos los policías de Suecia en su día, lo que, junto con sus esfuerzos diarios como psiquiatra, le valió el epíteto de «el médico de la policía». Pero Bejerot fue también “el médico de los políticos socialdemócratas”, que compraron todo el paquete, con las ideas personales de este activo psiquiatra. Y, de la socialdemocracia, fue calando por toda la sociedad sueca hasta hacer que el actual ministro responsable, Jakob Forssmed, cristianodemócrata y ministro de asuntos sociales en el gobierno de Kristersson, en 2023 no quiso ampliar el mandato de la investigación sobre drogas en curso para incluir el análisis de los efectos de la ley y dijo que «la razón es que no tenemos la ambición de despenalizar las drogas para uso personal.» Esto lo dice un ministro que debería saber que, desde que el uso de drogas se volvió ilegal en Suecia en 1988, el uso de estas en la sociedad no ha disminuido sino ha aumentado, al igual que el número de muertes por sobredosis. Según la Oficina Europea de Drogas (EMCDDA), Suecia ha tenido históricamente una de las tasas más altas de mortalidad por sobredosis en Europa y, hasta 2020, ha sido uno de los países europeos con la mayor cantidad de muertes relacionadas con drogas. En 2020, se comunicó que la mortalidad por drogas en Suecia alcanzó 81,5 muertes por millón de habitantes, lo que es más alto que en cualquier otro país de la UE y casi cuatro veces el promedio, según un informe de la EMCDDA con estadísticas de 2018.
La verdad es que es muy difícil opinar sobre la droga. Por una parte, no quiero que los jóvenes usen drogas, porque conozco las consecuencias físicas y morales de los que caen en ese infierno. Pero, al mismo tiempo, pienso que no se puede prohibir sustancias que algunos usan para medicinarse por su cuenta. Sabemos que gran cantidad de los que usan drogas tienen algún tipo de diagnostico cognitivo. La automedicación con drogas entre personas con diagnósticos cognitivos y de salud mental es un fenómeno complejo que puede estar impulsado por el deseo de aliviar síntomas o mejorar la calidad de vida. Es crucial que las personas que luchan con estos diagnósticos reciban un tratamiento adecuado y apoyo profesional para manejar sus síntomas de manera segura y efectiva. Para que estas personas se acerquen a las instituciones que les pueden ayudar, debería quitárseles el sello de delincuentes, por tanto, el consumir drogas, no debería estar castigado con cárcel, en mi opinión.
Tampoco hay que olvidar que el alcohol es también una droga que se usa para automedicinarse, contra la soledad, contra la tristeza, para olvidar, y, a veces contra los males de amores, como en esta letra de Rafael Farina:
Vino amargo es el que bebo,
vino amargo es el que bebo
por culpa de una mujer
porque dentro de mi llevo,
porque dentro de mi llevo
la amargura de un querer.
Por tanto, y para no caer en la trampa de la dependencia, bebo solo cuando estoy alegre. Las penas, se llevan mejor en estado sobrio, se encuentran soluciones y se sigue adelante.
[1] El test fue solicitado por la Televisión Pública Sueca, la STV el programa Veckans brott (el crimen de la semana) https://www.svt.se/nyheter/lokalt/stockholm/stockholmare-koper-droger-for-30-miljoner-i-veckan si estáis interesados en ver todo el material sobre Europa hasta 2023, ver aquí: https://www.euda.europa.eu/publications/html/pods/waste-water-analysis_en
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