En una ciudad cohabitan los vivos, los muertos y los que han de venir y aún no son más que posibilidades y sueños de los vivos. Antiguamente, como se sigue haciendo en los pueblos y aldeas suecas, se enterraba a los fallecidos en la misma iglesia o en el terreno colindante a ella, el sagrario. Allí se reunía la parroquia para asistir a misa y rezar, también por los que habían comenzado el eterno descanso. En Lund se fueron reubicando las tumbas que rodeaban la catedral y las iglesias que quedaron tras la Reforma en 1536, que solo fueron dos (de las 24 que había) y los muertos quedaron separados de los vivos y fueron trasladados a cementerios enmarcados dentro de la ciudad, pero separados por verjas o vallas. La excepción en Lund es el sagrario de la iglesia conventual de San Pedro (Sankt Peters Klosters kyrkogård), que conserva 340 tumbas, 70 de las cuales se consideran como valores históricos protegidos.
En 1845 fue vendido en subasta un terreno pegado a la parte este de la muralla/promontorio que bordeaba la ciudad. Lo compró el alcalde que lo convirtió en una sociedad limitada y vendió las acciones entre las familias acomodadas de la ciudad. El cementerio del este (Östra kyrkgården) es probablemente el único cementerio de Suecia que se financia y gestiona como sociedad limitada. Debido a que los pioneros de la época habían firmado acciones, que a su vez acreditaban el derecho a un lugar de sepultura para 10 tumbas, el cementerio se convirtió en el lugar de descanso final de muchos de los que durante la mayor parte del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX marcaron en gran medida el desarrollo de la ciudad.
Un destacado miembro dentro del estrecho círculo de amigos de Esaias Tegnér en Lund fue el catedrático matemático, botánico, micólogo y obispo sueco Carl Adolf Agardh. Este hombre singular, tiene, sin duda, el monumento funerario más grandioso de Lund. Su busto parece mirarnos cuando pasamos por el camino de gravilla que atraviesa el camposanto de norte a sur. ¿Quién era este hombre? Juzgando por su fisionomía parece un hombre bien parecido, con mirada inteligente y quizás un tanto soñadora. Era, pensamos, un hombre moderno en aquella época que le tocó vivir, que supo aprovechar las oportunidades que la vida le concedió. Además es posible que la tez morena y el pelo negro que le caracterizaba se debiera a una tradición familiar que atribuía los rasgos mediterráneos de la familia a un capitán de barco español, cuya hija o hermana se habría casado con un Ollman, la familia de la madre de Carl Adolf Agardh.
En la matricula de la universidad de Lund de 1799 encontramos a Tegnér y Agardh en el mismo folio. A diferencia de Tegnér, Agardh, venía ya sabiendo exactamente lo que quería estudiar. A él, la botánica era lo que mas le interesaba. Había tenido un gran profesor desde muy joven en el pastor protestante Osbeck que a su vez había sido discípulo del famoso Lineo. Tras su doctorado en 1805, necesitando encontrar una seguridad económica, muy insegura en la universidad, iba de camino a comenzar una carrera docente en el instituto, pero sus profesores lograron retenerlo, ofreciéndole una plaza de profesor adjunto de matemáticas. En 1807 fue recomendado como profesor privado de los hijos del diplomático y político Lars von Engeström, que ese año había regresado a Suecia y fijado su residencia en Lund. Tras el golpe de estado que obligó a abdicar a Gustavo IV Adolf, fue llamado a Estocolmo a hacerse cargo del ministerio de asuntos exteriores y fue uno de los negociadores suecos que firmaron la dura paz con Rusia que supondría la perdida de Rusia.
Entraba Agardh de esta manera, como figura periférica pero relevante, en la élite política de aquellos años. Una época llena de importantes acontecimientos y nuevas perspectivas a las que él, con su olfato político, se iba acoplando. Von Engeström fue nombrado canciller jefe de la universidad de Lund y como tal ayudó al profesor de su hijo a lograr una plaza de catedrático. Las carreras de Tegnér y Agardh confluyeron pronto y fueron durante muchos años los que marcaron el ritmo de la vida cultural y política en Lund. En casa de un amigo de ambos, el catedrático de historia y orientalista Bengt Magnus Bolméer, formaron una sociedad científica informal muy parecida a nuestra Sociedad Científica de Mérida (SCM), Härgärget, con la diferencia de que sus reuniones siempre eran presenciales, aunque creo yo que, de haber existido el WhatsApp en aquellos tiempos, los miembros de Härbärget (el albergue) seguramente lo habrían usado. Exponía Tegnér de esta manera la actividad de esta agrupación: «fue la fraternal amistad, el entusiasmo por la vida, la cosmovisión juvenil y los intereses literarios, no las normas y estatutos reglamentarios, lo que unió a sus miembros». Al mismo tiempo contribuyó Agardh de una forma concreta a la introducción de reformas que potenciasen el desarrollo económico de la región y de Suecia en general. De esta manera trabajó para la realización de nuevas ideas económica, encabezando la fundación de la caja de ahorros de Lund, participando en la formación de una compañía especial de protección contra incendios para las ciudades de Scania y presentando un plan para la formación de una asociación hipotecaria de Scania, participó en la redacción de sus estatutos.
Todo hijo de padres burgueses que quisiera hacer carrera pública soñaba con algún día llegar a obispo. Era esta también la aspiración de Tegnér y de Agardh. Una plaza de obispo le proporcionaba al elegido una vida holgada y un puesto de relevancia política, que podía servir de baluarte para la realización de proyectos sociales y económicos. El parlamento sueco estaba compuesto de cuatro brazos, el noble, el eclesiástico, el burgués y el campesino. El brazo noble estaba compuesto de representantes de las familias nobles, autóctonas o introducidas en Suecia. El brazo eclesiástico estaba presidido por al arzobispo y constaba de todos los obispos y un numero especifico de pastores. El brazo burgués representaba las ciudades y estaba representado por los alcaldes. El brazo campesino estaba compuesto por un campesino de cada demarcación jurídica (härad), siendo por lo general un propietario importante. Cada brazo tenía un voto y por tanto en cada brazo se discutían las decisiones hasta conseguir una mayoría para una línea de voto. El parlamento sueco (Riksdagen) tenía la potestad de administrar la base económica del poder, concediendo impuestos para la financiación del estado. El regente no podía financiar una guerra sin la aprobación de una mayoría parlamentaria. Tras la constitución de 1809, el parlamento, jugaba un papel de gran relevancia. En 1866, el parlamento sueco fue reformado, suprimiendo los cuatro brazos y sustituyéndolos por dos cámaras; cámara alta, compuesta por los gobernadores de las provincias más representantes de la población elegidos por sufragio relativo a su posición económica, a más capital más votos, y cámara baja, elegidos por sufragio universal masculino y restringido a aquellos que tenían un cierto salario o disponían de un capital. Ni Tegnér ni Agardh llegaron a conocer el nuevo parlamento, pero fueron altamente relevantes en el brazo eclesiástico durante su vida activa.
A sus 42 años, Tegnér fue nombrado obispo de Växjö en 1824. Su amigo y casi coetáneo (nacido en 1785) Agardh tuvo que esperar a 1835 a ser nombrado obispo de Karlstad. Para Tegnér fue un nombramiento deseado, pero altamente inquietante. Nada más ser elegido, se arrepintió, porque se sentía muy a gusto con su vida de académico y escritor en Lund. Tardó un año en incorporarse a su nuevo cargo y tras el nombramiento sufrió su primera depresión, a la que seguirían muchas más durante el resto de su vida. No le ocurrió lo mismo a Agardh que usó su nueva plataforma para desarrollar todo su potencial político. De los dos se puede decir que conservaron una amistad profunda condicionada por la admiración sin reservas de Agardh hacia Tegnér, que ni siquiera los periodos continuos de depresión de este pudieron cambiar. Tras la muerte de Tegnér en 1846, Agardh lo recordó como un genio universal.
En el cementerio del este de Lund queda el recuerdo de Agardh en su tumba. Tegnér recibió sepultura en Växjö pero está presente en Lund con su monumento y su casa/museo. La importancia de estos dos estudiantes, profesores y políticos no se puede exagerar. Los dos fueron vitales para la transformación de Suecia tras la gran derrota contra la poderosa Rusia, una Rusia que los dos odiaban de corazón. Con sus escritos y sus campañas políticas contribuyeron a formar una conciencia escandinava que intentaba ser aglutinadora, mucho antes que Alemania o Italia. El escandinavismo como movimiento político tiene una fecha de salida, el 23 de junio de 1829, cuando en una ceremonia de promoción de doctores en la universidad de Lund, el ya obispo Esaias Tegnér colocó una corona de laurel en la cabeza del poeta danés Oehlenschläger con las palabras: «El tiempo de la reconciliación ha culminado». Con eso quería decir que las viejas rencillas entre Dinamarca y Suecia habían concluido. Las primeras estrofas del himno nacional sueco, escritas en 1844 por otro romántico influido por el goticismo nos dejan comprender la idea de la unión escandinava: “Antiguo, libre y montañoso Norte/silencioso, feliz y hermoso/yo te saludo, el país más benévolo del mundo/tu sol, tu cielo, tus verdes prados.”
(Du Gamla, Du Fria, Du Fjällhöga Nord
Du Tysta, Du Glädjerika Sköna
Jag Hälsar Dig Vänaste Land Uppå Jord
Din Sol, Din Himmel, Dina Ängder Gröna)
El himno no nombra a Suecia pero si al Norte (Norden) que comprende Suecia, Dinamarca y Noruega. Traducido a la realidad ibérica sería como un movimiento que quisiera unir Portugal con España, mirando aquello que nos une y olvidado lo que nos ha dividido en la historia pasada. Un sueño ibérico como lo fue el sueño escandinavo, vivo aún dentro de la cultura y las artes, pero muerto y enterrado políticamente. Finlandia se consideraba perdida a Rusia, donde formaba un gran ducado dependiente de Moscú. Islandia pertenecía a Dinamarca. Noruega y Suecia mantenían desde 1814 una unión bajo la regencia de la dinastía Bernadotte, introducida en Suecia por el mariscal francés Jean Bernadotte. En la actualidad Islandia es independiente de Dinamarca desde 1944. Finlandia logró su independencia de Rusia tras la revolución de 1917 y Noruega se independizó de la unión con Suecia en 1905. En la actualidad Suecia, Dinamarca y Finlandia forman parte de la Unión Europea. Noruega está asociada a la misma, pero ha elegido no ser miembro, aunque es miembro de la OTAN, como Islandia y Dinamarca, y como recientemente también Finlandia. Suecia eligió permanecer neutral, como lo había sido desde 1814, pero ha solicitado la entrada en el pacto atlántico a raíz de la ocupación rusa de Ucrania, algo que por el momento Turquía y Hungría bloquean. En 1914, al estallar la primera guerra mundial tuvo lugar en Malmö un encuentro entre los tres monarcas. En las fotos vemos el monumento funerario sobre la tumba de Carl Adolf Agardh, un cartel propagandístico de 1845 y una foto de los tres reyes escandinavos en el balcón del ayuntamiento de Malmö 1914.
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